domingo, 14 de agosto de 2016

Feriado Largo

El pasado 28 de Julio, aprovechando el feriado largo por Fiestas Patrias, queríamos estar fuera de la casa el mayor tiempo posible, no es fácil, porque aquí en Lima no hay muchos lugares a los que podemos ir, ya sea por la distancia o por el presupuesto, a veces nos toca repetir el mismo lugar, varias veces, y como que eso hace que un sitio pierda el encanto. Este feriado largo estaba casi en el borde del mismo risco de la repetición.

Por lo general y siendo ya una tradición en la familia de mi esposa, siempre el 28 es almuerzo parrillada en la casa de mis suegros, ya es casi un "MUST" para esa fecha y es algo que se viene cocinando con varias semanas de anticipación, no hay forma de cambiarlo. Dejando de lado el compromiso familiar de esa fecha, es cuando empieza lo divertido del fin de semana, debemos buscar lugares a donde ir.

Esta vez decidimos ir hacia el sur, hacia Lurín, en la búsqueda de uno de esos restaurantes campestres con juegos y áreas verdes para los pequeños, como no sabíamos exactamente adonde ir solo teníamos la intención y la ruta. Ya llegando a la zona de desvío donde empiezan las instalaciones masivas de lugares para almorzar empezamos a recibir y revisar los volantes con las diferentes posibilidades culinarias que te van repartiendo en el camino, incluso íbamos corroborando contra las mismas páginas web de esos diferentes locales. Hubo uno que nos llamó bastante la atención, sobre todo por lo que aparecía en su página y por las fotos, siempre es bueno ir a nuevos lugares, aunque a veces pecamos de inocentes, esta vez no sabíamos que tan lejos teníamos que ir, pero como ya estábamos a medio camino, decidimos seguir en ruta hasta donde fuera necesario.

Bueno, a este nuevo restaurante nunca habíamos ido, uno nunca sabe lo que puede ocurrir en una primera visita, no sabes a que te vas a enfrentar, si el lugar está bien o no o si la atención será buena, si la comida será la correcta, sobre todo cuando tienes hijos pequeños, los riesgos son varios, pero hay veces en que se deben asumir y probar nuevas cosas, sino las aventuras serian aburridas, y como esta era la primera vez que los visitábamos teníamos que quitarnos el clavo. Por suerte todo muy bien, buena atención, buenas instalaciones, juegos novedosos y buena comida. Tienen juegos para niños no tan chicos y para niños no tan grandes y bastante área verde. Tienen un bungy jumping, tienen canopy para mayores de 6 años, una red inmensa que parece una tela de araña gigante y hasta un laberinto medianamente grande. Fue un gran hallazgo, estuvimos ahí hasta las 5pm y los chicos regresaron agotados. El lugar se llama Eco Limo Park.

Ya de regreso a nuestra rutina de fin de semana, nuestro sábado fue de ciudad, nos tocó caritas pintadas, Coney Park y YuKids como casi todos los fines de semana, como tienen diferentes locales por toda la ciudad es fácil rotar de un local a otro, diferentes atracciones en diferentes fechas no lo hacen tan rutinario. Ya para cerrar con broche de oro, misma cereza sobre el pastel, Mara termino disfrutando de una hora a caballo en el club Hipocampo en Chorrillos, donde ella y nosotros terminamos más que enterrados, más nosotros que ella porque íbamos a pie, ella era la que disfrutaba del caballo y de la vista privilegiada del asiento de piloto, fue una bonita experiencia, creo que podremos repetirla más adelante.

En resumen, fue un fin de semana diferente, logramos disfrutar del tiempo en familia, jugamos hasta agotarnos y termínanos súper felices, que es lo más importante. Ahora a esperar el siguiente feriado largo.


lunes, 8 de agosto de 2016

Errores

No siempre lo sabemos todo, no tenemos cursos sobre crianza, educación, apego, colecho, medicina, lactancia y demás hierbas, cuando llega un hijo a tu vida tienes que aprender sobre la marcha y muchas veces aprender cuesta, duele, te hace perder la paciencia y llorar de la impotencia. A mí me está costando mucho más que Mary, incluso yo cometo más errores que ella, por desconocimiento, por no escuchar bien las cosas o por simplemente creer que estoy haciéndolo bien y es ahí cuando salen las chispas por la fricción entre nosotros, yo no lo sé todo y ella tampoco, hago el mejor esfuerzo, pero no siempre obtengo el resultado esperado.

Imagino que no soy el único papá sin una maestría de especialización en cómo hacer las cosas con una hija, que trata y muestra interés pero que termina peor que trapeador de piso, que no tiene los genes preparados y que simplemente trata de hacer la diferencia. Sé que muchas veces he tratado de quitar cintura, de hacerme el loco, peor, aunque esté desecho después de un asqueroso día de trabajo, tengo que llegar a casa a seguir haciendo más cosas, esperar que mi hija se duerma para poder hacer otros trabajos, tareas de los cursos que estoy estudiando o corregir exámenes, es la de terminar a las dos de la madrugada y dormir solo seis horas o menos. Esa es la vida del artista que he decidido llevar desde el momento en que decidimos tener un hijo, y eso que recién tengo algo menos de tres años de experiencia en estos menesteres y se muy en el fondo que tengo para unos 15 años más, con suerte, para jubilarme y vivir de mis logros como padre abnegado y agotado.

Es horrible cuando te llaman la atención por hacer algo mal, o por no hacer nada, a veces prefiero mantenerme al margen, preguntar más de una vez para estar seguro de no malograr nada, aunque exista el riesgo de sufrir alguna consecuencia parecida a una bomba nuclear contenida entre cuatro paredes. Desaparecer no es una opción viable, porque macho que se respeta aguanta de todo y aprende de las experiencias, se lame las heridas y se prepara para la siguiente jornada.

Últimamente sólo quiero dormir y descansar, pero no se puede, el agotamiento me está pasando factura, pero yo sé que Mary está más cansada que yo y hay que darle una mano, o las dos, o todo el cuerpo, hay que compartir el peso juntos, por algo somos pareja, por algo decidimos formar una familia. Yo elegí este camino y no lo elegí solo, somos dos los actores principales en este largometraje llamado vida, con muchos más actores secundarios y de reparto, ¿sin ellos que sería de nosotros?, tal vez estaríamos peor, sin embargo, aquí andamos dando lo mejor que podemos, sólo con la consigna de lograr que nuestra pequeña tenga lo mejor que podemos brindarle.

En resumidas cuentas, todos nos podemos equivocar, no somos perfectos, sólo debemos aprender de los golpes y de las caídas, pararnos y continuar por nuestro camino juntos.