viernes, 24 de noviembre de 2017

Hija en Crecimiento

Que sorprendente es saber que mi hija es como cualquier otro hijo, juega, duerme, come y hace lo que otros niños hacen, no hay nada raro, nada extraño, solo existe un pequeño y mínimo detalle, ella es una niña de alta demanda. ¿Y qué es eso de alta demanda? Aunque crean que es algo complejo y que suena como si fuera algún problema psicológico y traumático, la verdad es que no lo es, no es un trauma y no es un tema psicológico, es porque nos gusta ponerle etiquetas a todo en la vida, y la verdad es que es algo muy simple, todo es por culpa del apetito de conocimiento constante y las ganas de hacer y agarrar todo lo que tienen a su alcance, traducido a un castellano coloquial, su curiosidad nos está matando, todo pregunta, todo quiere hacer, a su manera, a la forma en cómo entiende las cosas.

Aparte de eso, hay que tener en cuenta que es algo engreída.... corrección, es bastante engreída y que cuando está enferma se engríe mucho más, es nuestra única heredera y como pasa casi toda la tarde con su mamá, eso la hace ser así, por suerte el colegio nos está ayudando en ese sentido, está permitiendo que desarrolle su independencia. Si a eso le sumamos el carácter que tiene, entonces conseguimos una mini bomba, como bien dice mi mamá, es una niña de un metro con un genio mucho más grande que su talla. El "no" está casi siempre listo para salir disparado como un misil y peor aún si tratamos de poner el pare por algo que no debe hacer, las lágrimas y el mal genio están a flor de piel. Imagino que todo esto es porque siempre está tratando de hacer cosas nuevas, imitando lo que nosotros hacemos, a pesar de que eso podría significar que se haga un daño, por eso le decimos que algunas cosas no las puede hacer y es ahí cuando empieza la erupción volcánica, tratar explicar de porque ella no puede hacer algo es bastante complicado, como nos ve a nosotros pensara que ella también puede hacer lo mismo, a la larga nos entiende y cada vez entiende mucho mejor las cosas.

Lo que sí es impresionante es su nivel de investigación, el cual está en 2'654,345 por ciento, todo lo quiere hacer, lo trata dos, tres, cuatro veces y empieza a frustrarse, no sé si eso le pasara a otros niños de su misma edad, pero nosotros vemos eso a cada rato, la vemos intentando hacer algo y hasta que no lo logre seguirá intentándolo, a veces hasta se abstrae con eso y se cierra en su mundo. Muy pocas veces nos pide ayuda, es muy independiente y exigente a su manera, se concentra en algo y no lo suelta hasta tenerlo listo. Yo no sé lo que pasara durante el día hasta que llego a la casa por las noches, y es en ese momento donde ella me captura y no me suelta hasta que se duerme, solo quiere jugar conmigo, contarme sus cosas y no me deja hacer otra cosa diferente, lo que es bueno porque no me tiene aislado. Sin embargo soy consciente de que es una niña muy absorbente.

La hora de dormir a veces suele ser una batalla campal, la cual vamos ganando poco a poco, aunque ella no quiere dormir porque quiere aprovechar que estamos ambos papás, obviamente quiere sacarnos el jugo al máximo, no la culpo, yo no estoy en casa por muchas horas y a ella le deben parecer eternas, poco a poco está entendiendo lo que significa el tiempo, ella solo quiere jugar y sentirse querida. El sueño puede ganarle pero ella no quiere dar su brazo a torcer, reniega y quiere mantener su posición a como dé lugar. A veces la dejamos un poco más de tiempo, pero si vemos que la hora ya pasa de las 9pm, como que la obligamos un poco, le contamos un o dos cuentos, tiene que descansar para poder ir al colegio al día siguiente.

En resumidas cuentas nuestra Bubu es de temer, tiene un carácter fuerte y es demandante de tiempo, engreída como ella sola, a veces nos gana y a veces no la dejamos. Poco a poco eso irá cambiando con el paso del tiempo, ira aprendiendo, ira mejorando, son gajes del oficio de ser padres, igual hay que encaminar un poco las diferentes situaciones porque si no logramos ajustar las cosas más adelante va a ser más difícil y será más incontrolable.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Tenemos Varicela

No creo equivocarme al pensar que todos los que somos papás nos preocupa en alto grado la salud de nuestros hijos, sin importar la edad, un hijo es siempre un hijo y en nuestro caso, nuestra hija es la única heredera que tenemos, es por eso que nuestro nivel de preocupación es muchísimo mayor.

Nosotros ya hemos sufrido y sobrevivido un episodio bastante complicado cuando Mara tuvo que ser internada por cinco días a raíz de una Celulitis Facial, la cual fue detectada con el tiempo bastante ajustado y fue ahí donde se su puso nuevamente en el tapete el tema de la alergia en la piel, alergia que está asociada, por lo visto, con ciertas picaduras, pero lamentablemente aún no la tenemos confirmada al 100 por ciento.

Esta vez nos ha tocado enfrentarnos a la Varicela, una enfermedad contra la cual supuestamente está vacunada, pero según parece existe un pequeño factor probabilístico de que una persona ya vacunada puede contraerla (según he leído aproximadamente entre un 20 y 30 por ciento, podría ser menor) y que su reacción sea de menor grado, sin embargo, la enfermedad se desarrolla de la misma forma, pero dura menos tiempo, a pesar de eso igual hay que tener todas las previsiones necesarias. Lo que también hemos notado es que disminuye la cantidad de ampollas/puntos rojos que aparecen en el cuerpo, pero los demás síntomas son similares, es decir, hay fiebre, picazón, molestia y dolor.

Todos piensan que la varicela sólo se contagia durante la “seca”, etapa donde las ampollas empiezan a secar y generar costra, sin embargo, el contagio se puede dar mucho antes, incluso antes de que te des cuenta de que la tienes ya podrías estar contagiando a otras personas, sin siquiera tener una marca roja a la vista, y creemos que esa fue la forma en como Mara se contagió, no fue en el colegio, fue porque su prima hermana paso tres días con nosotros en casa y fue ahí donde ella, su primita, empezó a mostrar puntos rojos, es decir, llego a nuestra casa sin demostrar síntoma alguno. Lo bueno es que esta enfermedad es de una sola vez en la vida, cuando ya la tuviste ya no la volverás a tener.

Los peores días fueron los primeros, donde te pica todo el cuerpo y solo quieres rascarte como sea, el problema es que pueden quedar marcas al rascarse, pero también pueden generar infección, y hay que tener mucho cuidado con eso, por eso existen antihistamínicos que te ayudan a controlar un poco la comezón, también se usan cremas que refrescan la piel y ayudan que las ampollas sequen un poco más rápido.

De acuerdo con lo que he estado revisando, esta enfermedad tiene una duración de aproximadamente entre 7 y 10 días, pero que podrían ampliarse hasta llegar a 15 o 20 días, dependiendo de la gravedad de la afección, también hay que vigilar el tema de la fiebre ya que pueden generarse picos de hasta casi 39 grados. También es importante vigilar cómo van evolucionando las ampollas, porque algunas de ellas pueden infectarse complicando un poco el tema.

Nosotros ya hemos cumplido con el periodo de tiempo recomendado por el pediatra, actualmente ya no existe la posibilidad de que Mara contagie a alguien, sin embargo, hemos tenido que combatir una pequeña infección asociada con algunas de las ampollas, lo que va a evitar que asista a clases al menos por unos días más, eso es más por un tema seguridad para ella.

Poco a poco ira mejorando, es un proceso que hay que dejar que termine, que tiene un tiempo de vida y que lo que tenemos que hacer es que sea lo más llevadero posible.

Algunas recomendaciones que les puedo dar, lo primero es hablar con el pediatra, no asumir nada. Ahora, a nosotros nos ha ayudado lo siguiente, si hay fiebre usar paracetamol dependiendo del peso del niño, bañarlo con agua de manzanilla o agua con avena. También utilizar cremas que ayuden con la picazón y tomar algún antihistamínico.

Ojo, no todos reaccionamos igual a los mismos medicamentos, en internet hay miles de sitios donde recomiendan ciertos productos, ya sean naturales o no, por eso hago hincapié, cualquier duda o inquietud, lo primero es consultarlo con el pediatra.